El mundo de los deportes electrónicos tiene elementos que, evidentemente, lo distancian de las competiciones deportivas tradicionales como el fútbol o el baloncesto. El hecho de que las distintas partidas se realicen a través de un ordenador o de una videoconsola hace que sean más las cuestiones técnicas a tener en cuenta, especialmente en esos torneos que, quizás, no reciben tanta atención mediática pero que tienen la misma importancia a la hora de clasificarse para campeonatos superiores.
Como ocurre en cualquier otra cuestión informática, los jugadores de eSports también son vulnerables a todo tipo de ataques que pueden hacer que tanto sus partidas individuales, como aquellas que ocurren en torneos, puedan estar en peligro. Los usuarios que ven las partidas, a veces, también. Es por eso que cada vez se presta más atención para que los jugadores estén atentos a las recomendaciones de los expertos, con el fin de no verse expuestos a ataques de este tipo.
Una de las formas que tienen los hackers para atacar a los jugadores es mediante malware, es decir, bloquear los archivos de los distintos juegos. La víctima puede perder el acceso a datos importantes de sus partidas, e incluso puede caer en pérdidas económicas si trata de recuperarlos (a veces se piden rescates por esos datos). Por otra parte, existen los ‘keyloggers’, que registran los movimientos del teclado y del ratón y consiguen bloquear determinadas cuentas. Eso puede significar perder rangos o elementos desbloqueados en las partidas.
Otra manera de hackear a un jugador de eSports es mediante un ataque de Denegación de Servicio Distribuido (DDos). Esto puede llegar a interrumpir los movimientos de un host en Internet, y eso podría demorar la reacción de los servidores cuando se están ejecutando movimientos en un juego. Por ejemplo, se realizaría una acción y el juego estaría reaccionando con lentitud. Eso, evidentemente, puede afectar gravemente a los jugadores profesionales. Servidores muy importantes como los de Sony o Microsoft han llegado a ser atacados de esta forma, por lo que hay que tomar las medidas adecuadas para evitarlo.
Evidentemente, los jugadores son de los más expuestos a estos ataques, pero los aficionados también tienen que tomar medidas para evitar ataques en las diferentes formas de ocio que integran el mundo de los eSports. Uno de los aspectos que se relaciona cada vez más con los eSports son las casas de apuestas, que han puesto su atención en este tipo de deportes y cada vez son más las que ofrecen este tipo de cuotas entre sus servicios. Los usuarios, eso sí, tienen que tener cuidado a la hora de apostar en una página u otra, puesto que caer en una estafa puede suponer perder tanto información como dinero. Hoy en día existen comparadores de casas de apuestas que determinan, por ejemplo, que páginas como Bet365 son seguras o que Starvegas es confiable, algo de mucha utilidad para los usuarios interesados en hacer apuestas en los eventos deportivos ya sea físicos u online. Una vez los seguidores comprueben que sus partidas están entre la oferta, pueden jugar de una forma segura y sin preocupaciones.
Así mismo, y relacionado con la pérdida de dinero, cada vez son más los videojuegos que cuentan con microtransacciones para que los jugadores adquieran elementos extras para los juegos. Tal y como se ha explicado con anterioridad, el malware puede acceder a los datos de los diferentes usuarios, y en este caso se podrían conseguir los datos de las diferentes tarjetas bancarias o robar información vital del usuario. Por esa misma razón, hay que estar atento a los diferentes servidores a los que se accedan, a las distintas conexiones que se utilizan o a las actualizaciones tanto de los antivirus como de los propios sistemas utilizados.
El cargo Seguridad en los eSports: ¿qué peligros tienen los usuarios y espectadores? apareció primero en Noticias de seguridad informática, ciberseguridad y hacking.
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