Mucho se ha dicho que el mundo del marketing digital da para bastante, incluso (lamentablemente) para la aplicación de acciones y estrategias no del todo éticas que ofrecen resultados rápidos y seguros. Una de ellas es el Black Hat Social Media.
El Black Hat Social Media es una técnica que, al igual que el Black Hat SEO, hace referencia al intento de utilizar las redes sociales para obtener beneficios haciendo uso de métodos que rompen con los lineamientos establecidos de estas plataformas.
Se trata de una práctica inadecuada y peligrosa pues trae graves consecuencias como la ruina de la reputación (la cual se da cuando la comunidad de seguidores se da cuenta que se emplean este tipo de acciones), y la limitación de los resultados (esas acciones al final, no tienen un beneficio real en las cuentas de redes sociales, en los resultados de marketing o en los resultados de un negocio).
Ahora bien, ¿qué técnicas tan maliciosas son esas? A continuación te enumeramos algunas de ellas para que las conozcas y evites, en la medida de lo posible, utilizarlas para el beneficio de tu estrategia de social media marketing. ¿Listos? ¡Vamos a ello!:
- Compra de seguidores: Esta práctica se refiere a la adquisición de seguidores falsos o bots para inflar los números de la cuenta, al menos en la cantidad de seguidores… una práctica sin sentido pues afecta en negativo el nivel de engagement por tanto y cuanto no se trata de personas realmente interesadas en lo que vendes.
- Posteo en espejo: Consiste en compartir exactamente los mismos mensajes en las distintas redes sociales, ya sea Facebook, Twitter, Instagram, LinkedIn u otras. Aunque esta práctica puede ser de gran ayuda para mantener activos los perfiles y ahorrar tiempo, es recomendable evitarla.
- Automatización: Se trata del uso de bots para ganar seguidores, conseguir backlinks, ganar likes y generar comentarios, y se considera una mala práctica ya que está basada en una falta de confianza que hará que una comunidad real se aleje.
- Spamming: Consiste en publicar enlaces en Facebook, Twitter, LinkedIn u otra red social, que sean extraños, irrelevantes o nada relacionados con la marca o la industria. Está de más decir que la gente odia el spam.
- Compartir páginas sospechosas: Consiste en compartir páginas sospechas o contenidos que empleen acciones como el estar saturadas de palabras clave, textos ocultos, que recurrieron al intercambio o compra de links o que usan el cloaking.
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