Mucho se ha hablado del storytelling como el aliado ideal de los responsables de marketing de marcas y empresas, y de cómo el mismo se ha transformado en un elemento destacado capaz de resolver cualquier problema y de generar una mayor y mejor relación entre los consumidores y los mensajes. Sin embargo, y por más milagroso que parezca, esta herramienta no trabaja por sí sola.
El storytelling requiere mucho trabajo tras bambalinas, y un esfuerzo importante de estrategia consciente para lograr de él los mejores resultados. ¿Cómo se obtiene eso? De muchas formas, pero las más importantes son que se tiene que tener muy en cuenta qué se quiere contar, a quién se quiere contar, y cómo se organizará la información para transmitir el mensaje.
Forbes encontró la fórmula del éxito del storytelling y la publicó recientemente en forma de análisis de las mejores formas de usarlo para potenciar resultados. Lo hizo dando seis valiosos consejos que acá te mostramos a continuación:
- Empieza por el final: El final de una historia es, por lo general la razón por la cual los receptores se han mantenido atentos al mensaje. Tomando eso en cuenta, bien que ayuda a esta herramienta el hecho de comenzar precisamente por ahí, contando el desenlace, para que la audiencia se enganche de una vez. Luego, sí contar el cuerpo de la historia para que se sepa por qué se llegó a esa conclusión.
- Haz historias memorables… ¡pero con propósito para la empresa!: Hay que construir historias que queden en el imaginario de las audiencias, sí. Y estas tienen que ser memorables, cierto. Sin embargo, nada de eso sirve si lo que se cuenta no logra conectar al receptor con la marca que emite el mensaje. Toda historia tiene que estar en línea con lo que la empresa quiere de ella.
- Ponte en los zapatos del consumidor: Se debe analizar la historia desde la perspectiva de la audiencia siempre, y la misma se debe adaptar a lo que ella quiere y necesita. Dicho de otro modo, todo buen storytelling siempre tiene en cuenta a quién está al otro lado.
- Resume: Este consejo no implica que la historia tenga que contarse en un par de palabras, sino más bien que cuando se esté construyendo se sea capaz de hacerlo. El mensaje en general tiene que ser capaz de ser contado en pocas frases. Si no se es capaz de resumir lo que se está queriendo contar en un tuit, algo se está haciendo mal en el storytelling.
- Encuentra al malo de tu historia: Siempre hay que contar con un problema a resolver que hará que la historia avance y que la audiencia conecte con ella. Acá funciona como en las películas, las cuales son tan buenas como destacable es su villano o antagonista.
- No olvides la regla básica de contar historias: Al final, el consejo más importante de todos, el que implica la obviedad… Toda historia debe tener un principio, un desarrollo y un final. Eso funciona porque ayuda a crear un storytelling limpio que permite organizar bien lo que se está narrando y seguirlo fácilmente por parte de la audiencia.
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